San Ciriaco y Santa Paula
Parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula
Málaga

     La primera cuestión que se plantea es ¿por qué dos palabras para una misma realidad: Hermandad y Cofradía.?

     Etimológicamente significan lo mismo: hermandad viene de germanus (hermano carnal) y cofradía viene de cum fratre (con el hermano). El Código de Derecho Canónico de 1917 cc. 700-725, las define en el canon 298:

     "Las asociaciones de fieles que han sido erigidas para ejercer alguna obra de piedad o de caridad, se denominan pías uniones; las cuales, si están constituidas a modo de cuerpo orgánico se llaman hermandades, y las hermandades que han sido erigidas además para el incremento del culto público, reciben el nombre particular de cofradías".


     Para no ser repetitivos, utilizaremos solamente un término, el de cofradía, aunque comprendiendo el doble significado de hermandad y cofradía y nunca reducido a simbolizar, exclusivamente, actos de culto.

     Las cofradías cristianas han existido siempre en el cristianismo. No nacen en el siglo XIII o en el XV, ni terminan en el siglo XV o en el XIX, nacen con Jesús y sus apóstoles y discípulos, o con María y los apóstoles reunidos en el cenáculo después de la muerte y resurrección de Jesús, y llegan hasta hoy. Son muchas y diferentes, y cada una en su concreción particular ha evolucionado con el paso del tiempo. Queremos decir, para llamar la atención sobre el hecho más en alza, que no sólo han existido y existen cofradías de Semana Santa o de Pasión, éstas son más bien tardías, de finales del siglo XV o del siglo XVI, sino que las cofradías han sido de muchas clases, fines o tipos, y cada una ha evolucionado de manera distinta. Las cofradías son y han sido a lo largo de toda su historia las instituciones eclesiásticas más auténticamente laicales y de laicos; en ellas los laicos, desde los siglos medievales, han actuado como Iglesia o Pueblo de Dios.

     Por lo que a Málaga se refiere, será a partir de de la toma de la ciudad por los Reyes Católicos el 18 de agosto de 1.487, cuando en Los Mártires, como una de las primeras parroquias creadas, comenzasen a constituirse cofradías. La inmensa mayoría de estas corporaciones disfrutaron de una época dorada durante los siglos XVII y XVIII. Esta parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula, con aspecto catedralicio, ha gozado siempre del cariño preferencial de los malagueños.

     Según Medina Conde cita en las "Conversaciones Malagueñas", a finales del s. XVIII existían las siguientes:



     COFRADÍA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO DE LOS SANTOS MÁRTIRES

     La primitiva Cofradía del Santísimo Sacramento de los Santos Mártires -al igual que las erigidas en las otras tres colaciones- es anterior al Concilio de Trento (1.545-1.563) y tiene su origen en las corporaciones eucarísticas fundadas y amparadas por Teresa Enríquez (prima hermana del rey Fernando) que fue llamada por su exacerbada devoción eucarística "la loca del Sacramento". En virtud de lo dispuesto por Paulo III en 1.539, quedó agregada a la Pontificia Archicofradía de la Minerva de Roma, siendo fundada esta última en 1.520. De este modo la sacramental de los Mártires pasa a disfrutar de todos los títulos, gracias y privilegios a la misma concedidos. Por lo tanto la Sacramental de los Mártires podía utilizar, aunque en la documentación nunca se exprese así, el título y el rango de "Archicofradía".

     Esta Hermandad Sacramental de los Mártires labró una capilla presidida por una imagen de la Inmaculada Concepción. No obstante, si hay un hecho importante acaecido en el seno de esta corporación en el siglo XVII es la fundación de una asociación filial en 1.645, la Ilustre Esclavitud del Santísimo Sacramento.Santísimo Sacramento

     El siglo XVIII será la época dorada de la Hermandad. Primeramente, en 1.713, la primitiva Archicofradía decide trasladar su originario lugar de ubicación y labrar otra capilla dentro de la propia Parroquia. Para ello consiguen la cesión de un solar contiguo a la torre, junto al Cementerio (actual capilla de la Archicofradía Sacramental de Pasión), en donde comenzarán a edificar un retablo en el que ubicar la imagen de Nuestra Señora de la Concepción, así como una bóveda para enterramientos con el fin de dar entierro a los hermanos fallecidos e, igualmente, procurar un ingreso extraordinario. Las obras, cuyo coste se elevó más de lo previsto, fueron acabadas en 1.729 gracias a la aportación de D. Andrés Natera Salvatierra y Prados, Caballero de la Orden de Calatrava. De ello es fiel testigo la colocación, en la clave del arco de acceso a esta última capilla, del escudo nobiliario de la familia Natera así como la elaboración de un retablo que contenía en su hornacina central las imágenes de las Santas Justa y Rufina.
     Esta no será la única empresa artística que promueva la Cofradía: a partir de 1.756 se lleva a cabo la reordenación y ampliación de la Parroquia, construyéndose una nueva cabecera, atendiendo a un doble criterio monumental de exaltación:

      - por un lado de la Eucaristía como Sacramento primordial de la Iglesia;
     - por otro, como lugar de veneración de los Santos Mártires, Ciriaco y Paula.

     Este planteamiento espacial se completaba con un magnífico repertorio iconográfico asignando a las naves de la iglesia una determinada Virtud Teologal: la central es la Fe, la de la Epístola es la Esperanza y la del Evangelio la Caridad.

     A medida que se realizaban las obras, fueron introduciéndose modificaciones destacando sobre todo la inserción en el testero de la Capilla Mayor de un gran retablo con camarín, en el que se dispondrían las imágenes de los Santos Patronos que, en un principio, se situarían junto al tabernáculo ubicado bajo la cúpula. Sin embargo, el resultado final presenta por un lado, la unión en planta de un esquema basilical de tres naves, con otro circular conformado por la cabecera trilobulada en la que se integran el crucero, presbiterio y Capilla Mayor, rememorándose así los modelos de edificios -como el Santo Sepulcro de Jerusalén- que desde la era paleocristiana se dedicaban al culto de los mártires; y por otro, esta simbología espacial se completaba con la disposición bajo la cúpula de un Tabernáculo que albergaría el Sagrario, evocando a Cristo como Rex Martyrum, convirtiéndose toda la magnitud del recinto en una monumental Capilla Sacramental.
     De todo este patronazgo artístico y apoyados en la documentación de la época, observamos que la Archicofradía Sacramental de los Santos Mártires se convirtió en una de las asociaciones más pujantes a lo largo de todo el siglo XVIII, al amparo de sus homónimas de San Juan, Santiago y el Sagrario, que igualmente llevaron a cabo consustanciales obras de mejora y acrecentamiento de sus respectivas fábricas parroquiales, superando con creces la actividad de las Hermandades pasionistas del momento, en su mayoría inmersas y gravadas por cuantiosas deudas económicas.

     El comienzo del siglo XIX viene marcado por la fiscalización estatal a las Hermandades y Cofradías. En este sentido se ordena el 25 de Junio de 1.783 la extinción de las Hermandades gremiales, y todas las erigidas sin autoridad real ni eclesiástica; decretando que sólo pudieran subsistir las aprobadas por ambas potestades y las Sacramentales, "...admirables por el sagrado objeto de su instituto … con tal que, si no se hallasen aprobadas por las jurisdicciones real y eclesiástica, se aprueben…".
     Consecuentemente, la Archicofradía Sacramental hubo de remitir convenientemente sus estatutos, sin que hasta el momento sepamos con certeza documental lo que éste órgano dirimió. No obstante sí existe constancia del paulatino descenso de las prácticas eucarísticas en la parroquia de los Mártires en el siglo XIX.

     Entre 1.838 y 1.856, la Hermandad Sacramental se fusionaba con la Cofradía de Nuestra Señora de la Concepción Dolorosa, la cual radicaba desde esa fecha en la parroquial de los Mártires si bien parece que la unión con la asociación eucarística fue meramente una argucia legal para eludir el control civil, puesto que realmente el culto sacramental se redujo de forma tan considerable que ya, en los albores del siglo XX, se creía totalmente extinguido.
     Consta igualmente documentado cómo en 1.920 tuvo lugar la fusión, en la misma parroquia de las Cofradías de Nuestra Señora de la Concepción Dolorosa y de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto. En las reglas aprobadas en tal fecha, no hay referencia alguna a la primitiva Hermandad Sacramental.Tanto es así que, en 1.926, el entonces Párroco de los Mártires, convencido de que la Cofradía del Santísimo había desaparecido y animado por un grupo de feligreses, promovió la organización de una nueva corporación eucarística, redactándose unos Estatutos que fueron sometidos a la aprobación del obispo González García, "inaugurándose" la nueva Cofradía del Santísimo Sacramento en la festividad de la Epifanía de 1.927.

     En 1.978, otra de las Hermandades con sede en los Mártires, la de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, se fusiona con la Cofradía Sacramental creada en 1.926, ya que ésta no estaba aún extinguida conforme a lo estipulado por la normativa canónica.
     En fechas recientes, el Obispado mediante decreto reconoce a las Cofradías de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y a la de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, el derecho a ostentar el título de Archicofradía Sacramental. Tal privilegio se aplica en función de las fusiones que a lo largo del siglo XX realizaron ambas asociaciones con el instituto eucarístico correspondiente. Así, la Cofradía del Huerto rehabilita a la primitiva Archicofradía Sacramental de los Santos Mártires que tan decisiva influencia tuvo en la reordenación y ampliación de esta Iglesia en el siglo XVIII; y la Cofradía de la Pasión mantiene a la que adoptó en 1.978.





      HERMANDAD DE LAS ÁNIMAS BENDITAS DEL PURGATORIO

     El deseo de contribuir a la liberación de las almas condenadas al Purgatorio determina la fundación de la Hermandad de las Ánimas Benditas del Purgatorio con sede en la parroquia de los Santos Mártires. Fray Alonso de Santo Tomás no sólo dio su beneplácito a dicha cofradía sino que les cedió a los cofrades la capilla, altar y enterramiento donde celebrarían el sufragio por las Animas Benditas y dónde se inhumarían sus hermanos en el templo parroquial de los Mártires.

     A mediados del siglo XVII, ocupó la sede episcopal de la diócesis de Málaga el prelado don Antonio de Piñahermosa, que fomentó activamente el culto a las ánimas del Purgatorio promoviendo su devoción en las parroquias malagueñas. Cada tres meses, durante ocho días, se debían celebrar aniversarios de misas, con sermón el primer y último día:

"...para exhortar a los fieles a la piedad, con estas benditas ánimas, que estando en gracia de Dios, pasasen terribles penas, que les señaló su Justicia, hasta que con ellas o con obras de mérito equivalente (que su bondad admite de los que por caridad se las ofrecen) desagravian a la Suprema Majestad que ofendieron, y con su arrepentimiento aplacaron.".

Portada de las Constituciones de la Hermandad de la Benditas Ánimas de los Santos Mártires     Siguiendo estas directrices pastorales y el deseo de contribuir a la liberación de las almas condenadas al Purgatorio determinan, así mismo, la fundación de la Hermandad de las Ánimas Benditas del Purgatorio, con sede en la parroquia de los Santos Mártires, por un grupo de parroquianos amigos. Juan Vargas, Carlos Milanes, Andrés Garrido y Matías Delgado, como fundadores de la Hermandad solicitaron, a mediados de septiembre de año 1.663, la licencia preceptiva para poder reunirse en cabildo y redactar las constituciones que reglamentarían su actividad religiosa y social. Hay que tener en cuenta, según manifiestan Llordén y Souvirón, que en esta época los estatutos casi nunca coinciden con la fundación, sino que son posteriores en varios años. Por tanto, transcurrirán algunos meses hasta ver plasmadas los estatutos de la Hermandad.

     Finalmente, el 1 de octubre de 1.665, se hacen públicas las Constituciones de la Hermandad de las Ánimas benditas de la parroquia de los Santos Mártires, eligiendo los cargos más representativos, que inicialmente recayeron en Juan de Vargas como hermano mayor, Carlos Milanes, Matías Delgado y Andrés Garrido como albaceas.

     El número de 72 hermanos era el más extendido y tenía una explicación simbólica ya que setenta y dos fueron los discípulos iniciales de Cristo. Los miembros de la hermandad acompañarían a los hermanos en su entierro, junto a la cruz parroquial.

     La Hermandad había elevado una petición al prelado Fray Alonso solicitando un lugar en su iglesia parroquial, para edificar una capilla con su altar y todo lo preciso dónde celebrar los sufragios por las ánimas benditas la cual culminaría el 14 de octubre de 1.668 con la donación del sitio situado, según se entra por la puerta principal del templo, a mano derecha frente a la pila del agua bendita.

     La concesión de Fray Alonso de Santo Tomás se mantiene aún hoy vigente por lo que la Capilla de la Hermandad de Ánimas sigue actualmente ubicada en el mismo lugar, teniendo como imagen titular a la Virgen del Carmen.

     Si bien las Hermandades de ánimas tenían una nula proyección exterior, ya que sus fines únicamente estaban encaminados a ofrecer sufragios por la salvación de éstas y para el enterramiento, la de los Santos Mártires tuvo una gran influencia en el entorno ciudadano. Así lo demuestran los numerosos testamentos de los hermanos de las benditas ánimas que precisan ser inhumados en sus bóvedas y que se lleven a cabo los sufragios establecidos por las Constituciones de la Hermandad. Entre los otorgantes se comprueba que los miembros de la Hermandad pertenecían a la clase popular, encuadrándolos en los estamentos artesanales como Juan Galán, maestro de cerrajero, el zapatero Luis Antonio o el hortelano de la huerta del obispo, Simón Jiménez, por citar algunos ejemplos.





      FERVOROSA HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES Y ANGUSTIAS

     Es una de las primitivas Cofradías de Pasión con sede en la iglesia parroquial de los Santos Mártires, y de la que podemos situar la fecha de su fundación hacia 1.730. Su origen parece estar ligado a la Cofradía del Rosario de esta misma iglesia.

     La Cofradía otorga su estandarte a don Diego Ponce de León, con las obligaciones que se expresan:

     "En Málaga, 9 de julio de 1.735, de una parte Feliciano Mateos y Prieto, Esteban de Santiago y Chinchilla, beneficiados de la iglesia parroquial de los Santos Mártires; don Francisco Natera y Cea, presbítero, y de la otra Diego Ponce de León, regidor perpetuo de esta ciudad, hermanos mayores de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y Angustias, sita en dicha parroquia, dijeron que en el día 12 de abril de este año se celebró cabildo general, y deseando los hermanos el mayor culto y devoción de dicha sagrada imagen, se determinó se hiciese cada año procesión pública con su estandarte principal y clero que compone la parroquia entera en el día de viernes de dolores, respecto de que hasta ahora solamente había dicha Hermandad solemnizado esta función en los pocos años que habían pasado, desde que se instituyó esta Hermandad con el Rosario de María Santísima a que están congregados los devotos que dedican sus limosnas para este culto, y que en la conformidad expresada se diere principio a la procesión, separada del Rosario, en los viernes de dolores del año próximo de 1.736, y continuase en los demás perpetuamente..."..

     Con el fin de asegurar la mayor decencia en la procesión, la Hermandad entonces decidió en cabildo enajenar el estandarte principal y el derecho de propiedad y patronato sobre él en la persona de Diego Ponce de León, regidor perpetuo de la Ciudad, y sus sucesores, a cambio de que concurriera anualmente con ciertas limosnas: costear cada Viernes de Dolores la limosna del sermón y misa solemne y la "que se acostumbra a la música de la Santa Iglesia Catedral, que ha de asistir a esta misa solemne", mientras viviere, y 300 reales anuales sus sucesores. En 1.795 esta cofradía cuenta con unos ingresos de 12.635 reales, lo que muestra que había alcanzado una cierta preponderancia económica con respecto a muchas cofradías. Dolorosa de Pedro de Mena (Virgen de las Lágrimas

     Sin duda, los cultos más importantes que realizaba la Hermandad eran los de la Novena que celebraba su titular con la intervención de los más destacados predicadores de las distintas órdenes radicadas en la ciudad.

     Ya no se tienen más noticias de esta Hermandad hasta el traslado de la Concepción Dolorosa desde el convento de San Francisco en 1.838, por lo que lo más probable es que se extinguiera debido a los sucesos de la invasión francesa (1.810-1.812).

     La imagen titular a la que la Hermandad le dio culto en sus primeros años nos es totalmente desconocida, si bien se piensa que pudiese ser la misma imagen a la que con posterioridad se dió culto como Virgen de los Dolores, que tradicionalmente se ha venido atribuyendo a Pedro de Mena. Se desconoce cuándo comienza a ser adjudicada a la gubia de Mena, aunque Bermúdez (1.800) no la menciona entre las obras de ese escultor en Málaga, por lo que tuvo que ser posterior, en todo caso antes de 1.848, que la cita Madoz.

     A finales del s. XIX y principios del s. XX la capilla d la "Dolorosa", atribuida a Mena se localizaba en la iglesia de los Mártires en la nave izquierda, entre la del Sagrario y la de Santa Justa y Rufina.

     En los años veinte del s. XX, coincidiendo con el auge de la Semana Santa, la imagen, conocida ahora como Virgen de las Lágrimas, pasa a gozar de gran popularidad. Lamentablemente, esta Dolorosa de impactante expresión se perdió para siempre en los asaltos de mayo de 1.931:

     "Encontrándose el templo en este estado (apuntalado), sobreviene en 1.931 la quema de iglesias, por lo cual queda completamente destruido el coro bajo, desapareciendo todos los cuadros e imágenes que allí había, entre ellas la famosa Dolorosa de Mena, destrozada a palos...".





      HERMANDAD DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL CUERPO DE CRISTO (ESCLAVITUD)

     También conocida como la de la Esclavitud de N. Sra. de la Concepción, ya desde 1.612 concedíale indulgencias y otros favores el arzobispo de Compostela.

     La fundación de esta Cofradía, también denominada de la Ilustre Esclavitud del Santísimo Sacramento, tiene lugar en el seno de la Hermandad del Santísimo Sacramento en 1.645. Sus Constituciones, felizmente conservadas, nos hablan de setenta y dos hermanos de calidad, elegidos por su condición nobiliaria al modo y uso de los esquemas estamentales propios de la nobleza del Antiguo Régimen, cuyos miembros poseían una enorme influencia en la sociedad malagueña del momento. Así, doce eran Regidores perpetuos de la Ciudad, otros once pertenecían al Santo Oficio y los restantes ostentaban cargo de relevancia militar, económica y administrativa, e incluso muchos pertenecían a otras corporaciones de las que, a su vez, eran benefactores y patronos. Solemnidad del Stmo. cuerpo y sangre de Cristo

     En las Constituciones de esta Esclavitud, aprobadas y sancionadas por el obispo fray Antonio Enríquez de Porres, se establecen las obligaciones de los esclavos con la misma, destacando las dos procesiones anuales a realizar en el Corpus y en la octava de Pascua, así como la obligación de asistir al cabildo anual en el que se nombraba al clavero y los consiliarios encargados de la gestión interna de la asociación. Igualmente se regulaba la asistencia post-mortem y la inscripción de nuevos esclavos sólo cuando hubiere fallecido otro, manteniendo un estricto derecho de sucesión y heredad, por otra parte propio de una asociación elitista como lo era ésta. Pero lo más significativo de estas Reglas son los artículos agregados en 1.655, y sancionados por el Arcediano y Vicario Félix de Tejada y Guzmán, que contiene el juramento o voto que debían acatar los esclavos eucarísticos. Así, se comprometieron defender que la Virgen Nra. Señora fue concebida sin pecado original en el primer ynstte [sic] de su Concepción preservada del por sus méritos de la Pasión de Christo Nro. Redemptor su hijo protestando dar la garganta a cuchillo en defensa de esta Verdad.

     Los Esclavos del Santísimo Sacramento validaron el voto concepcionista en una solemne ceremonia celebrada en la parroquial el 26 de enero de 1.655.

     El silencio documental de los años siguientes nos impide conocer con exactitud la pervivencia y desarrollo de la Cofradía del Santísimo Sacramento y la de la Esclavitud, especialmente esta última, a la que ni siquiera se relaciona con posterioridad. No obstante, y atendiendo a una posibilidad casuística y a la existencia de diferentes noticias que, de alguna manera, relacionan a diferentes esclavos, puede aducirse un hecho susceptible de conectarse con el futuro de esa asociación matriz. Con anterioridad a 1.795, la Hermandad del Santo Rosario de Nuestra Señora de los Remedios, igualmente radicada en la parroquial de los Mártires, se fusionó con otra asociación que tenía por título el de Esclavitud de Nuestra Señora de la Concepción. Pudiera ocurrir que ésta última fuese la anteriormente reseñada corporación filial eucarística que, desligada de la matriz por mantener culto comunes, se inclinase por la pervivencia de la devoción concepcionista, para lo cual se fusionaría con la del Rosario, igualmente regentada por personajes de reconocido prestigio social, para solventar la reducción de hermandades propuesta por Carlos III. Precisamente el particular carácter de ambas asociaciones, una dedicada al rezo del rosario con procesión anual vespertina y la otra predestinada al culto eucarístico, entroncan positivamente con la apostilla legal que permitía la pervivencia de tales institutos, dotados desde entonces de una importancia mayor que el de las hermandades pasionistas. No obstante, la obligatoriedad de presentar sus Reglas ante el Consejo de Castilla y la justificación fidedigna de sus prácticas devocionales, les permitieron solventar sin demasiados problemas la tan temida legislación reductora, cobrando sentido histórico la fusión entre ambas realidades.





COFRADIA DE SANTA JUSTA Y RUFINA DE LOS ALFAHAREROS

     Esta Cofradía tendría sede en la capilla propiedad de la familia Natera desde 1.729. Estas Santas son patronas sevillanas del gremio alfareros y ligada a la confortación sacramental que imprime la recepción del sacramento; alimento para el alma que en ellas tuvo lugar tras el martirio al que fueron sometidas en el siglo III, acusadas de destruir la imagen de la diosa Salambona.

   
OTRAS COFRADIAS


    - COFRADIA DE LOS CORAZONES DE JESÚS Y MARIA

   - COFRADIA DE SAN JUAN DEGOLLADO DE POBRES DE LA CÁRCEL

   - HERMANDAD DE LA VIRGEN DEL ROSARIO




Parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula

Plaza de los Mártires nº 1 29008 Málaga España

Tel. 952 212 724