San Ciriaco y Santa Paula
Parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula
Málaga



LA CUARESMA, UNA SUBIDA A LA MONTAÑA (II)

         Lugar de la Revelación. Teofanía.- Celebrar la Cuaresma es como adentrarse en la montaña donde Dios se revela y donde nos descubre su verdadero rostro. La montaña constituye el lugar privilegiado de las manifestaciones divinas. En la cumbre del SINAI experimentó Moisés la gran revelación, el gran encuentro con Yavhé, en medio de la gran explosión cósmica de rayos y truenos a que se refieren los relatos sagrados. Elías, en cambio, el vidente del monte Orbe, experimenta la presencia de Dios no en el huracán violento, ni en terremoto, ni en el fuero, sino en la tenue brisa susurrante de la tarde. Allí estaba Dios, en la cumbre de la montaña, para hablarle.
        Jesús también se revela a los suyos en la cima del monte Tabor. Pero sólo son testigos de su gloria los que han subido con él a la montaña, los que han sido elegidos y separados. A ellos se revela Jesús acompañado de Moisés y de Elías, precisamente los dos personajes que han experimentado la teofanía de la montaña. Ellos representan la Ley y los Profetas. La revelación de Jesús en el Tabor aparece como la culminación de la Ley y los Profetas. Es como una anticipación de la Pascua. De ahí que, por otra parte, la subida a la montaña sea como el símbolo de la subida a Jerusalén, del acceso a la Pascua.
        La Cuaresma es como subir al Tabor. Debemos huir del ruido, nos debemos adentrar en la soledad de la montaña, debemos penetrar en lo más íntimo de nuestro propio ser para crear, en la intimidad, un clima favorable al encuentro con Dios que se nos revela, que nos proclama su palabra.

        Lugar de culto. Ofrenda.- Pero la montaña es también el lugar del culto, el lugar de los grandes sacrificios y de las grandes inmolaciones. Sobre la montaña había de inmolar Abrahán a su propio hijo. Sobre la montaña de Sión, en el Templo, eran inmolados al atardecer los corderos de la Pascua. En otra montaña, en el Calvario, fue inmolado Jesús, el verdadero cordero pascual, estableciendo para siempre el culto de la nueva alianza.
        Lugar de teofanías y lugar de culto, la montaña simboliza para nosotros un modo profundo de vivir la Cuaresma y de acércanos a la Pascua.

        Debemos hacer la Cuaresma, no podemos dejar que la Cuaresma pase por nosotros, que pase por el tiempo, que pase de largo. Cuaresma debiera ser para nosotros un esfuerzo incesante por subir a la montaña santa, a la montaña del Señor, en la que él se nos revela y nos descubre su rostro. Para nosotros, comunidad de creyentes, comunidad de bautizados, regenerados por el agua y el espíritu, celebrar la Cuaresma significa abrirnos a la fuerza irresistible de la gracia que ha sido derramada sobre nosotros. Cuaresma es para nosotros una llamada a la conversión. La voz de Jesús resuena con urgencia, exigente, en lo íntimo de nuestras conciencias: "El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca: convertíos y creed la Buena Noticia". (Mc 1,15). En esas palabras de Jesús que constituyen el inicio de su predicación, se resume todo el mensaje de Juan Bautista y la predicación de los profetas. "Convertíos y creed la Buena Noticia": éste ha sido como el pregón solemne con que dado comienzo la Cuaresma en la sugestiva liturgia del Miércoles de Ceniza.

        La conversión.- La conversión no se realiza de un día para otro. La conversión es una tarea permanente. Convertirse es permanecer incesantemente, con los oídos alerta, a la escucha de las exigencias de Dios. Convertirse es estar siempre dispuesto a decir "si" a los imperativos del Evangelio.
        Nunca acabamos de convertirnos. Continuamente debemos esforzarnos por transformar nuestro corazón. Ahí está la verdadera conversión. Ahí está la verdadera penitencia: en la transformación del corazón. Debemos ir sepultando día a día el corazón viejo para que, en su lugar, crezca en nosotros el corazón nuevo, animado por un espíritu nuevo.

        Conversión y penitencia son dos términos afines.- La penitencia que Dios espera de nosotros no son los grandes ayunos o las duras disciplinas. Dios quiere que nos rasguemos el corazón, no las vestiduras. Dios quiere, en definitiva, que arranquemos el pecado de nosotros, que abandonemos nuestras actitudes egoístas, que salgamos de nuestros mezquinos intereses particulares y nos abramos a las necesidades del prójimo.
        La conversión no es una tarea exclusivamente personal, individualista. Convertirse es entregarse a la difícil tarea de la transformación del mundo. El mundo se convertirá cuando se transformen las viejas estructuras de opresión, cuando se rompa el dominio de la injusticia, cuando se abra el camino del mensaje evangélico de reconciliación y de fraternidad universal.
        Convertirse es, en fin, encauzar nuestra vida y la vida del mundo hacia la fuerza renovadora de la Pascua, hacia la constitución del hombre nuevo y de la tierra nueva.

                                                                                                                                                                                     Federico Cortés Jiménez - Párroco

ESTAMOS EN CUARESMA

         Nos volveremos a encontrar con un tiempo tan especial como es la Cuaresma. Un tiempo señalado como un "don", un "regalo de Dios", que debemos acoger con alegría y con esperanza. No se trata de un tiempo más, ni tampoco como un tiempo lleno de notas tristes y de obstáculos que impiden nuestro crecimiento, sino que se trata de una gran oportunidad para volver nuestra mirada hacía el gran acontecimiento de nuestra vida de fe, de nuestra llamada y de nuestra continua conversión, se trata de estar cara al Misterio que nos salva, de mirar hacia el mayor gesto de amor que Dios mismo ha tenido para con nosotros, para con cada uno de nosotros.
        A mi me ha gustado mirar este tiempo de cuaresma como un espacio cargado de "llamadas", de "muestras", de "signos y gestos", que lejos de hacerlo pesado y triste lo ha convertido en luz y en gozo, pues he querido mirarlo y vivirlo lleno de esperanza, como quien se dice así mismo: "ahora sí que lo podré conseguir", ahora si que es tiempo de alcanzar la tan deseada conversión, el tan esperado encuentro con el Señor, el acercarme a la meta a la que vengo siendo llamado desde antes de los siglos. Un tiempo, pues, hermanos que me ha suscitado ánimos en el cansado camino, un espacio litúrgico que me ha devuelto la inquietud de vivir el misterio y de celebrarlo con intensidad, como nos pide la Iglesia, como el Señor al que adoramos nos convoca. Por eso quiero ofreceros un rostro gozoso de la Cuaresma que nos ayude a vivir el tiempo que el Señor nos ofrece para nuestra conversión.
        La Cuaresma ha podido aparecer, en otros tiempos o en algunos de nosotros, como un espacio cargado de prohibiciones, de penitencias o acciones que suponían un esfuerzo, y hasta un alejamiento de la sencillez de nuestra vida, sintiendo la necesidad de realizar actos, gestos, acciones, etc., que nos suponían un esfuerzo extraño a nuestro sentir, a la vida misma de amor y caridad a la que somos llamados, pero este rostro cuaresmal está lejos del verdadero sentido de la cuaresma, de la autentica intención de la Iglesia al proponernos este don de Dios que nos mete y nos prepara para vivir la "noche santa, la liturgia madre de todas las liturgias", la noche pascual. Por ello, nosotros, tenemos que esforzarnos en devolver el verdadero rostro de la cuaresma y vivirlo sin miedos y sin torpezas, acogiendo su espíritu de conversión y su propuesta de subida al Calvario, llenos de esperanza y cargados de alegría, pues la cruz que se nos presenta es vida y es gracia, es señal del cristiano y el cristiano es signo de vida.
        La Cuaresma nos invita a entrar en un clima de desierto. Como Jesús, también nosotros nos retiramos al desierto por espacio de cuarenta días. Pero no es tanto el lugar geográfico lo que nos interesa. El desierto, para nosotros, es un tiempo privilegiado de gracia y de conversión. No se trata de recluirnos en lugares solitarios, como si huyéramos de algo o de alguien. Entrar en un clima de desierto es penetrar dentro de nosotros mismos, introducirnos en la profundidad de nuestro yo, donde no hay más caras ni engaños. Es ahí, en la intimidad, donde podemos encontrar a Dios, como así nos indicaba el Evangelio del pasado domingo, donde él nos habla, donde se esclarece el sentido de nuestra existencia en el mundo. No hay que limitarse a plantar la tienda como sí ya lo tuviésemos todo resuelto, sino que tenemos que posesionarnos despojados de toda atadura inútil, dispuestos siempre a la marcha y a la esperanza. Pues debemos tomar conciencia de vivir en un clima de absoluta provisionalidad. Dios es el único absoluto de nuestra vida; y la única palabra definitiva es su promesa de salvación.
        Cuaresma debe ser para nosotros una experiencia religiosa inolvidable. Debe hacernos comprender el sentido de la vida, en toda su dimensión y en todo su dinamismo peregrinante. Debe hacernos comprender que nuestra existencia en el mundo es semejante a la del Pueblo de Israel peregrinando por el desierto, cargado de dificultades y de esperanzas por la Tierra Nueva, conducidos por Dios mismo, alimentados con su maná. Caminamos hacia una meta, sellada para nosotros por la resurrección de Jesús. No podemos instalarnos en este mundo. Aquí no tenemos una morada estable.

                                                                                                                                                                                     Federico Cortés Jiménez - Párroco



NOCHE DE FE


    Málaga, 14 de noviembre de 2013

    Queridos hermanos:

    Con motivo de la clausura del Año de la Fe se invita a todas las instituciones parroquiales, feligreses y cristianos en general a la 'NOCHE DE FE'.
    Una jornada original, nunca antes realizada en Málaga donde un ambiente especial invitará a la oración. La FE seguirá ejerciendo como eje conductor tal y como lo ha venido haciendo durante el último año. Una ocasión única para detenerse y conectar en comunidad con la 'LUZ QUE MUEVE EL MUNDO'.
    Velas, música y recogimiento para una noche irrepetible.
    Vuestra colaboración es imprescindible para hacer que este acto tenga la entidad que se merece ya que con él clausuramos el Año de la Fe.

    La cita es el próximo 23 de noviembre en la Iglesia Parroquial de los Santos Martires entre las 21:30 h. y las 23:00 h.

    Os esperamos en la que está llamada a ser una de las noches más especiales de nuestra parroquia.

Federico Cortés Jiménez (Párroco)    

        Queridos feligreses y devotos de San Ciriaco y Santa Paula:

        Como bien sabéis todos, el próximo día 18 de Junio celebraremos la Solemnidad de nuestros Santos Patronos de Málaga y titulares de nuestra Parroquia San Ciriaco y Santa Paula, día grande y de gran emotividad para todos nosotros.
         Ese día, es también el día de la Parroquia, los Patronos de Málaga son también los titulares de nuestra Parroquia, por eso deseo animaros a todos a participar en los actos que, con este motivo, tanto la Piadosa Congregación de los santos Patronos y la Parroquia misma, celebraremos para conmemorar la fiesta, el día de nuestra Comunidad y la figura de tan insignes y malagueños mártires que nos protegen y nos estimulan en nuestra vida cristiana con su ejemplo de vida y de entrega a la fe en el amor a Cristo.
        Vendrá el Sr. Obispo a presidir la celebración de la Eucaristía, será un día de fiesta para toda la Parroquia y para la misma ciudad de Málaga, por eso te insisto en el esfuerzo que te pido hagas el próximo día 18 de junio para participar y hacerte presente con tu familia y amigos en la Misa de los Patronos, así como, si te lo permiten tus obligaciones, en los demás actos que tendremos ese día y que podrás encontrar en las convocatorias que acompañan a esta carta.
        Solo desearte felicidades en el día de nuestra Parroquia, y al mismo tiempo decirte que rezamos por todos y que contamos con la intercesión de nuestros santos Patronos en el caminar de todos los días hacia nuestro Señor Jesucristo, Un fuerte abrazo, espero poderte saludar personalmente en la gran fiesta de la Parroquia.


Federico Cortés Jimenez, Cura Párroco.




LA PARROQUIA DE LOS SANTOS MÁRTIRES NECESITA TU APORTACIÓN


    Queridos hermanos:

    La razón de ser principal de tu Parroquia es el anuncio del Evangelio de Jesucristo a todos los hombres y mujeres, los que viven en Málaga y los que vienen de paso. Está presente en los acontecimientos más importantes de la vida, acompañando a las personas que se acercan a Dios en los momentos más importantes de la existencia humana: en los felices (matrimonio, bautismo, confirmación) y también en los dolorosos (pecado, enfermedad, muerte). Por la Iglesia, el Dios del Amor, visible en Jesucristo, se acerca a cada uno para darle sentido y esperanza.

    Brinda a la sociedad valores permanentes que nos ayudan a crecer como personas y mejorar la convivencia entre los hombres: fe, defensa de los derechos humanos, fraternidad, dignidad de la persona, solidaridad, perdón, superación, esfuerzo, etc. Ayudamos a los más necesitados de la sociedad: sin techo, familias rotas y desestructuradas, inmigrantes, ancianos, enfermos, etc.

    Estas actividades son realizadas en su mayoría por personas que entregan su vida a los demás. Los sacerdotes y los agentes de pastoral, que están al servicio de la comunidad cristiana, desempeñan, una labor discreta y muchas veces ignorada que construye el bien común de la sociedad.

    Todos formamos la Iglesia. Todos contribuimos a su edificación. Todos somos responsables de la misma. Cada uno según el don recibido, puesto al servicio de los demás. Las aportaciones directas de los católicos y de todas aquellas personas que valoran nuestra labor, son nuestra principal fuente de financiación. Tu colaboración económica, garantiza que todas las actividades que desarrollamos sigan realizándose. La parroquia somos todos y de nosotros depende su subsistencia.

    Hace unos meses os comentaba que de nosotros depende el tipo de parroquia que queremos; los servicios y prestaciones se tienen que acomodar a nuestras posibilidades reales. Ha llegado el momento.
    Desde aquí nuestro agradecimiento a cuantos colaboran con sus cuotas y donativos. Este año cerramos con bastante déficit, debido a la crisis económica que nos afecta. Por lo tanto, nuestro agradecimiento es doble para todos los que nos ayudan. ¡Nos queda mucho por hacer!

    En la medida de tus posibilidades, suscríbete a una cuota parroquial con la cantidad y periodicidad que desees. Podrás deducir el 25% de tu aportación en la declaración del IRPF o el 35% en la declaración del Impuesto sobre Sociedades.

    ¡GRACIAS POR TU COLABORACION!

Federico Cortés Jiménez (Párroco)    

        Queridos feligreses y devotos de San Ciriaco y Santa Paula:

        Como bien sabéis todos, el próximo día 18 de Junio celebraremos la Solemnidad de nuestros Santos Patronos de Málaga y titulares de nuestra Parroquia San Ciriaco y Santa Paula, día grande y de gran emotividad para todos nosotros.
         Ese día, es también el día de la Parroquia, los Patronos de Málaga son también los titulares de nuestra Parroquia, por eso deseo animaros a todos a participar en los actos que, con este motivo, tanto la Piadosa Congregación de los santos Patronos y la Parroquia misma, celebraremos para conmemorar la fiesta, el día de nuestra Comunidad y la figura de tan insignes y malagueños mártires que nos protegen y nos estimulan en nuestra vida cristiana con su ejemplo de vida y de entrega a la fe en el amor a Cristo.
        Vendrá el Sr. Obispo a presidir la celebración de la Eucaristía, será un día de fiesta para toda la Parroquia y para la misma ciudad de Málaga, por eso te insisto en el esfuerzo que te pido hagas el próximo día 18 de junio para participar y hacerte presente con tu familia y amigos en la Misa de los Patronos, así como, si te lo permiten tus obligaciones, en los demás actos que tendremos ese día y que podrás encontrar en las convocatorias que acompañan a esta carta.
        Solo desearte felicidades en el día de nuestra Parroquia, y al mismo tiempo decirte que rezamos por todos y que contamos con la intercesión de nuestros santos Patronos en el caminar de todos los días hacia nuestro Señor Jesucristo, Un fuerte abrazo, espero poderte saludar personalmente en la gran fiesta de la Parroquia.


Federico Cortés Jimenez, Cura Párroco.


        Queridos hermanos y cofrades:

        Se aproxima la celebración de la Octava del Corpus que tras varios años se viene realizando en nuestra parroquia. Reconocida es la solemnidad, la devoción y el buen hacer que todos los miembros de esta parroquia de los Santos Mártires vienen realizando con este motivo, siendo la participación de todas las asociaciones, hermandades y cofradías que pertenecen a la collación de los Mártires muy completa, aportando su presencia y la de sus propios enseres, a la misma.
        Ahora bien el paso por las calles de la feligresía necesita un empuje por parte de todos. El Consejo de Pastoral, junto a varios hermanos nuestros me han solicitado les haga participar de una idea que ya funcionó en los primeros años de esta celebración, me viene a la memoria el realizado por las Hijas de la Caridad, en calle Pozos Dulces: el adorno y exorno del recorrido con altares eucarísticos.
        Pasión en Convalecientes, Las Hijas de la Caridad en Pozos Dulces, Penas en su Oratorio, Viñeros en Andrés Pérez, Remedios y Patronos en los Mártires. Para otras es complicado pero podrían realizarse: Paloma en San Julián, Cena en Compañía (aunque ya tiene tarea con su altar del Corpus) o Estudiantes en Constitución, etc., tarea que sería loables.
        En la medida de lo posible, y sin ser una necesidad, les agradecería la colocación de altares a quienes tendrán a su paso la procesión para, dar así, más belleza y enaltecer al Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
        En espera que sea una idea que les agrade y que contribuya a hacer de esta fiesta un mensaje de unidad y de amor, quedo afmo.

Federico Cortés Jimenez, Cura Párroco.



        Queridos hermanos:

        Tengo la alegría de comunicaros que tras meses de trabajo en las techumbres y cubiertas de la iglesia parroquial, hemos podido subsanar parcialmente un conjunto de graves problemas que hacían que el edificio fuese tan sensible al agua y entrada de otros elementos, causando los desperfectos que todos hemos podido comprobar durante tanto tiempo. Impermeabilizaciones, reposiciones de tejas, limpieza de canaletas de desagüe así como el colocar y/o variar algunas de las existentes, retiradas de escombros, etc… han sido alguno de los trabajos realizados.
        Todo ello ha supuesto un gran esfuerzo económico por parte de todas las Instituciones, Grupos, Cofradías, etc… que componen la Comunidad Parroquial, esfuerzo este imprescindible si queremos seguir manteniendo nuestra Parroquia tal y como es. Muchas Gracias a todos.
        Pero ello nos lleva a plantearnos la siguiente reflexión:  ¿Qué tipo de Parroquia queremos para el futuro?

        Como sabemos, los nuevos tiempos obliga a la Iglesia, y por tanto a las parroquias como parte de ellas, a ser económicamente autosuficientes, sufragándose sus gastos mediante las aportaciones y las ayudas que de sus fieles (comunidad parroquial) consigan. Esto no es malo, al contrario, es bueno desde el punto de vista que todos debemos considerar a la Parroquia como un elemento más de nuestra vida de cristiano la cual tenemos la obligación de mantener, al igual que lo hacemos con otros aspectos de nuestra vida cotidiana.
        Pero ello nos lleva a sopesar dos realidades tozudas e inamovibles:
        - por una parte, contamos con una Parroquia cinco veces centenaria, que disfrutamos y mostramos con orgullo y que cuenta con una gran historia a cuestas, historia generada por nuestros antepasados, y que ahora nos toca a nosotros proteger, mantener y legar a nuestros sucesores; pero eso mismo supone tener que hacer frente en forma continúa a reparaciones, arreglos, obras en general que un edificio tan antiguo como el nuestro necesita.
        - por otra parte, el mantenimiento de los servicios que nos presta la Parroquia supone también un gran esfuerzo económico. Personal, suministros, limpieza, gastos de secretaría, etc… representa una partida sustanciosa que únicamente se puede mantener con el esfuerzo y aportación de todos.

        Dos son pues los elementos sobre los que pensar con relación al mantenimiento de nuestras Parroquia: el elemento "edificio" (por llamarlo así) que admite poco margen y discusión; las obras son necesarias hacerlas y a lo mejor se pueden diferir un poco pero finalmente hay que hacerles frente, y el elemento "servicio" (también por llamarlo así) y sobre el que debemos pensar profundamente: ¿Respondo a los servicios que me presta la Parroquia? ¿Están estos sobredimensionados? ¿Debemos reducir algunos de ellos? ¿Debemos debatir sobre el número de misas, el número de personal, el horario de apertura de la Iglesia, etc…?.
        En la homilía del pasado domingo 5 de febrero hablábamos de cómo Nuestro Señor nos pide que aportemos aquello que podemos dar o hacer, no más pero sí lo que podamos dar o hacer. Todos nacemos con alguna facultad, capacidad o disponibilidad que podemos poner al servicio de nuestra comunidad; los hay que ofrecen su tiempo, otros sus capacidades profesionales o materiales, otros su ciencia, etc…. Pensemos en todo ello.

        Vuestro en Cristo.

Federico Cortés Jimenez, Cura Párroco.




Parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula

Plaza de los Mártires nº 1 29008 Málaga España

Tel. 952 212 724